What is mandatory near the end of your studies?

Ha pasado un tiempo desde que compartí alguna de mis experiencias, y es que les actualizo brevemente, hace poco más de 2 meses que no vivo en una residencia universitaria, por lo que han sido muchísimos los retos. Integrarse a una nueva rutina, a nuevos compañeros de piso e incluso a una nueva ciudad es de los primeros que viene a mi mente.

Atada aún al estilo de vida universitario, cuya experiencia fue extremadamente gratificante, e indagando con los locales y alumnos internacionales que enfrentaron circunstancias similares a las mías, decidí intentar usar SPAREROOM, en mi búsqueda del lugar perfecto para vivir. Dígase que creé mi perfil a inicios del verano, o sea unos 3 meses previos a que venciera mi contrato, siguiendo el sabio consejo de uno de los voluntarios de Friends Internationals. Según esta fuente, al final del verano serían muchos los estudiantes en la misma situación que yo, y por tanto menos ofertas. Este convirtió en un asunto de primer orden y como rutina diaria estaba el chequear la aplicación por opciones. Ofertas tuve muchas, con precios bastante diversos que variaban en función de la cercanía a la Universidad y la razón baño/habitaciones de la residencia, pero el reto fue entonces asegurar un contrato que empezara a inicios de septiembre, que precisamente era cuando vencía el que mantenía con la universidad. Para mi sorpresa, las ofertas disminuyeron y sumado a esto el hecho de que en pocos meses sería catalogada como profesional. Si, porque hay residencias para estudiantes y otras solo para profesionales, pocas veces se encuentran de las que se mezclan estas categorías.  Siguiendo entonces el consejo de otra amiga, a la que conocí a través de las múltiples sociedades en las que me involucré, decidí ampliar mi área de búsqueda, no solo a Guilford, sino a pueblos y ciudades cercanas que estuvieran bien conectadas vía tren, haciendo uso entonces de mi railcard. Recuerdo a ver buscado en Ash Vale, Godalming, Farnham, Woking, incluso Reading. Entiendo que viajar diario no es algo que a muchos les gusta, pero es increíble la de estudiantes que lo hacen, principalmente aquellos cuyas clases presenciales no son cada día de la semana.  Esa fue la mejor elección que pude hacer, una vez más las ofertas aumentaron y pude entonces hacer una elección más acertada, jugando con el precio y las facilidades que estaban incluidas o no en el contrato. Además de tuve que incluir ahora otro factor imprescindible, que la distancia a la estación de trenes fuera caminable. Finalmente encontré un lugar ideal, a unos 13 minutos de la estación y con trenes cada media hora a Guildford, con una duración del trayecto de hasta 35 minutos. Esto hizo también posible prolongar por un poco más uno de los trabajos parciales que hacía en Guildford y los voluntariados también. Es que tampoco quería renunciar a toda la vida que había construido en este bello pueblo, más el mudarme a una nueva ciudad me permitió empezar a degustar de lo que sería mi vida una vez graduada, y proyectarme en la búsqueda de trabajos más alineados a mi perfil profesional.

Basado en mi experiencia y en lo que pude aprender de la experiencia de otros, de más está decir que empezar a buscar con tiempo es un obligatorio, y si quieres vivir con amigos que ya creaste en la Universidad, pues mucho más. Pero otro detalle que no quiero pasar por alto es que una vez asegurada la vivienda, te dediques a actualizar la dirección con el médico de familia, el banco y cualquier otra organización con la que recibas correspondencia con regularidad, dígase si perteneces a alguna asociación profesional con la que quieras seguir en contacto. El tema es que una vez que no seas estes registrado en las residencias universitarias, la central de distribución no te da la correspondencia recibida, sino que la devuelve al remitente y es probable que nunca la recibas, pero los detalles de esta travesía es tema para otro blog.