¿Es posible encontrar un lugar llamado hogar lejos de casa? ¿Acaso podría integrarme en un mundo donde todas las costumbres son diferentes a las mías? Déjame decirte que, si se puede, y el mejor consejo que te puedo dar para lograrlo es ser tú mismo siempre.
El primer espacio donde me sentí en familia fue con “Friends International”, a quienes conocí en la semana de bienvenida. Esta es una organización caritativa cristiana dentro del departamento de asistencia espiritual y fe, que ofrece la universidad. Sin embargo, su objetivo principal no es compartir su fe, sino buscar crecer en amistad con cada uno de los estudiantes internacionales. Dentro de sus actividades mensuales (hasta la fecha no me he perdido ninguna), están las caminatas locales, viajes de un día, Rendezvous (actividad solo para mujeres) y conversación Cross cultural. Las caminatas y los viajes me han permitido conocer Guildford y al Reino Unido de manera económica, además de dar los primeros pasos en formar amistades que espero conservar de por vida. Rednesvous por una parte ha contribuido a que interactúe con mujeres de otros antecedentes culturales y donde he aprendido muchísimo de sus países, mientras que conversación Cross cultural me ha ayudado a comprender la cultura británica.
Otro detalle que descubrí en esa primera semana fue la de sociedades que existen dentro de la Universidad (169 hasta la fecha), que te permiten encontrar espacio para socializar, divertirte y aprender algo útil. Asi que perseguí la membresía de cuanta sociedad tuve interés, aunque la verdad tuve que ser bien selectiva porque literalmente hay de todo. Como sabía que el cambio de alimentación me iba a dar unas libritas de más y no me gustaba la idea de apuntarme al gimnasio, me inscribí en la de “Salsa & Bachata”, donde bailo 2 horas todos los lunes; la de “Mascotas”, donde paseo mayormente a perros de la zona y la de “Caminatas”, donde conozco lugares recónditos del condado. También me involucré en el grupo “cristiano”, por causa de mi fe, y con la de “Primeros Auxilios”, para aprender como socorrer a alguno y ser útil en un momento de apuro.
Sumado a esto, me integro con mis compañeros de clase, en su mayoría hombres, pero yo como una más de la manada. También me apunté a clases de alemán, 2 horas todos los miércoles, cuyos créditos irán junto con los de los módulos del máster en la certificación de notas. Finalmente, ese mismo día, 2 horas en la tarde noche, ensayo con el coro de la universidad. Hicimos una presentación por Navidad y próximamente haremos otra por Semana Santa.
Si algo he aprendido a lo largo de estos seis meses, es a abrazar las diferencias, convirtiendolas en fortalezas. Al final, resultó que me encontré otra cubana, pero como ya tenía creado mi comunidad, esto no hizo la menor diferencia. Ella fue enseguida sumada al club.
Is it possible to find a place called home away from home? Could I perhaps integrate into a world where all customs differ from mine? Let me tell you that, yes it is possible, and the best advice I can give you to achieve it is to be yourself always.
The first space where I felt like family was with “Friends International”, whom I met during welcome week. This is a Christian charity within the department of spiritual care and faith, offered by the university. However, their main objective is not to share their faith but to seek to grow in friendship with each international student. Among their monthly activities (to date I have not missed any), there are local walks, day trips, Rendezvous (women-only activity), and Cross-Cultural Conversation. Walking and traveling have allowed me to get to know Guildford and the UK affordably, as well as take the first steps in forming friendships that I hope to keep for life. Rendezvous, on the one hand, has helped me interact with women from other cultural backgrounds, and where I have learned a lot about their countries, while the Cross-cultural conversation has helped me understand British culture.
Another detail that I discovered in that first week was the societies that exist within the University (169 to date), which allow you to find space to socialize, have fun, and learn something useful. So I pursued membership in every society I was interested in, although I had to be very selective because there is literally everything. As I knew that the change in diet was going to give me a few extra pounds and I didn’t like the idea of joining the gym, I signed up for “Salsa & Bachata”, where I dance for 2 hours every Monday; the “Pets Society”, where I mostly walk dogs from the area and the “Walking Society”, where I get to know hidden places in the county. I also got involved in the “Christian Union”, because of my faith, and with “First Aid”, to learn how to help someone and be useful in a time of trouble. Added to this, I integrate with my classmates, mostly men, but I feel like one of them. I also signed up for German classes, 2 hours every Wednesday, whose credits will go together with those of the master’s modules in the HEAR. Finally, that same day, 2 hours in the afternoon, I rehearsed with the university choir. We did a presentation for Christmas and soon we will do another for Easter.
If I have learned anything over these six months, it is to embrace differences and turn them into strengths. In the end, it turned out that I found another Cuban, but since I had already created my community, this didn’t make the slightest difference. She was immediately added to the club.